Detengan los relojes
desconecten el teléfono
denle un hueso al perro
para que no ladre
Callen los pianos
y con ese tamborileo sordo
saquen el féretro...
Acérquense los dolientes
que los aviones
sobrevuelen quejumbrosos
y escriban en el cielo
el mensaje
'Él ha muerto'
Pongan moños negros
en los níveos cuellos de las palomas
que los policías usen guantes
de algodón negro.
Él era mi Norte, mi Sur
mi Este y Oeste,
mi semana de trabajo
y mi domingo de descanso.
Mi mediodía, mi medianoche
mi conversación, mi canción.
Creí que el amor perduraría
por siempre.
Estaba equivocado.
No precisamos estrellas ahora...
Apáguenlas todas.
Envuelvan la luna.
Desarmen el Sol
Desagüen el océano y
talen el bosque,
porque de ahora en adelante
nada servirá.
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